04 febrero 2008

Más de 400 personas marchan contra el cierre de la carretera de Sella


Las obras obligan desde hoy a recorrer 16 kilómetros por un puerto de montaña impracticable para vehículos sanitarios y escolares
Más de 400 personas secundaron ayer la marcha convocada por el PSOE de la Marina Baixa y de Sella en protesta por el cierre de la carretera comarcal CV-770, que une Sella con La Vila Joiosa y Benidorm. A partir de hoy, los residentes del municipio tendrán que dar un rodeo de 16 kilómetros y más de media hora de duración, atravesando Relleu y un puerto de montaña de la Sierra de Aitana impracticable para vehículos sanitarios, escolares o de reparto de grandes dimensiones. Hasta ahora, la carretera se cortó hace ya varios meses por las obras, pero los residentes aprovechaban los descansos de los operarios a la hora del almuerzo y a mediodía, o el final de la jornada de trabajo, para pasar hasta el pueblo por el tramo habitual, de apenas cuatro kilómetros y que se recorre en unos minutos. Sin embargo, desde hoy, las obras obligarán a cortar definitivamente el acceso hasta que concluyan y los 650 habitantes de la localidad tendrán que utilizar el desvío a través de la montaña, una carretera estrecha, muy deteriorada y plagada de parches, curvas y baches. La Policía Local de La Vila Joiosa, donde diariamente bajan a estudiar los alumnos de Sella, ya ha emitido un informe alertando de que la carretera no es apta para el transporte escolar, según destacó ayer el secretario comarcal del PSOE, Jaime Llinares. Durante las próximas dos semanas, los estudiantes tendrán que usar taxis con toda probabilidad para llegar hasta sus centros de estudio, según explicó el portavoz socialista de Sella, Lluís Soler, ya que es difícil que un microbús transite con seguridad por el desvío. Las mismas complicaciones se presentan para las urgencias médicas, debido a la estrechez de la carretera alternativa para el acceso de las ambulancias y principalmente al tiempo que tardarían en recorrerla, por lo que algunos vecinos de Sella, enfermos o parturientas, han expresado su voluntad de trasladar su domicilio hasta que finalicen las obras, según Llinares. "Estamos a favor de que se haga la carretera pero no cortando los dos viales o sin trabajar con urgencia, porque fuimos con el alcalde del PP a pedir que se trabajara las 24 horas y la contestación de la Diputación fue que los obreros tienen que dormir", indicó Soler. La manifestación fue secundada por UGT, CC OO, Bloc y Esquerra Republicana así como por cientos de vecinos y autoridades, con representación de todos los municipios de la comarca. Además de esta reivindicación, la marcha pedía la protección de la sierra de Aitana y de la cultura de los pueblos del interior y denunciaba el abandono del medio rural, así como el bloqueo de la Generalitat a las ayudas del gobierno aprobadas por la Ley de Sostenibilidad del Mundo Rural, ya que la única forma de financiación de los municipios pequeños "es vender el territorio a los urbanizadores o vivir de las ayudas institucionales", añadió Soler que cree que "no hacen caso de estos pueblos porque no son rentables políticamente".

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