02 junio 2009

¿Porqué Europa es importante para el medio ambiente y el urbanismo sostenible?




Europa es un instrumento fundamental en la lucha contra el cambio climático y contra la dependencia energética, porque estos son problemas que ningún país
puede solucionar por sí mismo y se necesita, por lo tanto, de un fuerte trabajo conjunto y concertado. Las actuaciones emprendidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero e incrementar las energías renovables convierten a Europa en líder mundial en la protección del medio ambiente.
Sin gozar de competencia directa en materia de urbanismo, la UE es un socio fuerte a la hora de crear un marco sólido que fomenta iniciativas dirigidas a la consecución del modelo de desarrollo urbanístico y territorial en que creemos los socialistas, orientado al interés general y al bienestar social. Todo proyecto nacional de urbanismo integra las directivas comunitarias sobre medio ambiente, desarrollo sostenible y contratación pública.

Podemos repasar qué ha hecho el PP en Europa y qué hemos hecho los Socialistas. Para empezar, los populares han tratado de debilitar las propuestas legislativas más ambicionas destinadas a frenar las emisiones liberadas a la atmósfera mientras que los Socialistas hemos apoyado la medida por la que para el 2020 el 20% del consumo energético total de la UE tendrá su origen en energías renovables. Así mismo, mientras nosotros hemos logrado trasladar a escala europea el sistema español de ayudas a las energías renovables, el PP ha intentado transformar el debate sobre el cambio climático y la energía en una oportunidad para promocionar la tecnología nuclear. (En su manifiesto común ante las Elecciones Europeas del 7-J, avalan incluso, la energía nuclear). Lamentablemente, también el Partido Popular ha impedido que el Parlamento Europeo aprobase la creación del Observatorio Europeo de la Sequía con sede en España, y muy posible en la provincia de Alicante. En cambio, los socialistas hemos liderado la recién creada Comisión para el Cambio Climático en el Parlamento Europeo que, entre otros objetivos, plantea una reducción del 80% de las emisiones de CO2 para el año 2050.

Así mismo, mientras el PP ha bloqueado la adopción de la Directiva de protección de suelo, beneficiando la urbanización salvaje y descontrolada y favoreciendo la desertificación en España, los socialistas hemos fijado objetivos para lograr un desarrollo urbano sostenible y racional, como la inclusión de “zonas verdes per cápita” en todo nuevo proyecto de desarrollo urbano, y la asignación de recursos financieros de la UE a la rehabilitación de edificios y barrios.

Respecto a las directivas europeas y las políticas desarrolladas en Europa y que hay que aplicar en España, el PP ha mostrado un interés nulo por la amenaza del cambio climático, descalificando, negando y frivolizando sobre sus consecuencias. En cambio los progresistas hemos hecho que España se adelante al objetivo que había fijado la UE para el 2010 de que al menos un 30% de la energía eléctrica provenga de energías renovables. También hemos puesto freno a la especulación del suelo con la Nueva Ley del Suelo, que establece mecanismos efectivos para conjugar crecimiento urbano y protección de espacios naturales. Al otro lado, el PP, que con su política de “todo es urbanizable” ha supuesto la creación de núcleos desestructurados y aislados, provocando una pérdida acelerada de la diversidad biológica y una disfunción en los servicios necesarios para los núcleos urbanos que prestan los municipios.
Como ya es reconocido, el Partido Popular ha dañado la imagen de nuestro país al aplicar leyes urbanísticas que incumplen las directrices europeas, y que contienen notables lagunas que permiten a políticos y empresarios con pocos escrúpulos obtener enormes ganancias económicas a costa de los más vulnerables. En cambio, los socialistas hemos establecido el Código Técnico de la Edificación, que marca criterios de eficiencia energética en la edificación y prevé la obligación de incorporar el uso de la energía solar, térmica y fotovoltaica en determinados edificios. También hemos adoptado la Ley de Patrimonio Natural y Biodiversidad, que compatibiliza la protección ambiental con la ordenación territorial y urbanística, y recoge un régimen especial para la protección de los espacios naturales.

Para que las ciudades puedan cumplir con su función de motor de progreso social y de crecimiento económico, debemos establecer una elevada calidad en lo que se refiere al diseño y a la arquitectura, pero, ante todo, al medio ambiente. La construcción de un nuevo modelo económico debe hacerse desde los cimientos de la conservación de la biodiversidad y del patrimonio natural. Por ello necesitamos una Europa que ponga en marcha políticas a favor de un urbanismo planificado adecuadamente, pero manteniendo un fuerte compromiso con la protección de la calidad del aire y el agua, de la conservación de los recursos y de la biodiversidad y de la gestión de los residuos. En eso consiste la economía verde que los socialistas propugnamos. Por eso Europa es importante, muy importante para nosotros.

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