El cierre de Canal 9, la corrupción y los recortes hacen temer una derrota
El partido encarga más encuestas porque las que tiene dan por perdida la plaza
Fabra, junto a Luisa Pastor y José Ciscar |
Expertos
demográficos del partido insisten en que aún queda mucho tiempo, un año y
medio, pero lo cierto es que las encuestas, tanto las internas, de antes del
verano, como la última de EL PAÍS,
que preocupó mucho en Génova 13, dan por perdidas estas dos plazas. El PP
prepara ahora una encuesta más a fondo para tomar decisiones.
En
Génova también preocupa lo que pueda pasar en la
Comunidad de Madrid, en manos del PP asimismo desde 1995, y el
Ayuntamiento de la capital. Y la sangría de votos en Andalucía, con una crisis
del PP no resuelta, también inquieta a muchos dirigentes. Sin embargo, ahora
todos los ojos están puestos en la Comunidad Valenciana ,
donde se considera que el incendio es mucho mayor.
Madrid
y Comunidad Valenciana entran en riesgo real para la formación
Todos
en el PP reconocen que Alberto Fabra, el actual presidente, que no fue elegido
en las urnas sino designado por Rajoy ante la dimisión de Camps por
el caso Gürtel, ha recibido una
herencia envenenada. Rajoy siempre defendió la gestión de Camps, pero ahora en
el PP está instalada la idea de que el expresidente hizo muchas cosas muy mal.
En
privado ya nadie le defiende. Y se ve a Fabra con cierta compasión por la papeleta
que le ha tocado jugar. De momento no parece que el PP esté trabajando por
buscarle un sustituto. No hay ninguno claro, sería un proceso muy complejo y la
eterna alternativa, Rita Barberá, está también muy tocada en las encuestas
—tanto, que se teme por la alcaldía— y enfrentada a Fabra. Barberá está además implicada
en elcaso Nóos, lo que complica aún más su
imagen, aunque finalmente no ha sido imputada. En este momento no hay, pues,
movimientos para cambiar a Fabra, aunque en el futuro nada se descarta.
Dependerá de la evolución de la situación y de las encuestas.
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En
junio, Rajoy ya acudió a Valencia a socorrer a Fabra. “Sé las dificultades de
todas las instituciones, la
Generalitat , el Gobierno, los Ayuntamientos, porque hay pocos
recursos y muchas necesidades, pero el PP en la Comunidad Valenciana
va a seguir contando con la inmensa confianza de todos los ciudadanos”, dijo.
Fabra
no controla realmente el partido, aseguran varios dirigentes. Muchos, sobre
todo los más cercanos a Camps, le miran con recelo. Tiene choques frecuentes
con Barberá. Los fieles a Fabra insisten en que esta guerra interna ha remitido
en los últimos meses. Lo cierto es que el presidente no se hizo con el control
del partido ganando unas elecciones, llegó cuando Camps decidió finalmente
dimitir antes que aceptar su culpabilidad en el caso Gürtelpara evitar un
juicio, como le pedía Rajoy. Fabra siempre ha tenido tensiones con buena parte
de su grupo parlamentario, sobre todo con los 10 imputados. No los ha echado,
pero les ha dejado claro que no repetirán, que no llevará imputados en sus
listas. Además, Camps sigue allí, sentado en el hemiciclo como diputado. La
tensión interna es tan fuerte que nadie descartaba ayer que Fabra se vea ante
la tesitura de que una parte de su grupo no apoye la ley con la que liquidará
Canal 9. Eso sería un golpe definitivo, mientras la oposición arrecia en su
ataque y pide incluso elecciones anticipadas.
La
herencia de Camps y la batalla interna lastran las opciones de Fabra
La
gente de Fabra insiste en que el deterioro en las encuestas no es por él, sino
generalizado en toda España de la marca PP, aunque ayer el CIS dio un momento de
alivio a este partido. Pero en la Comunidad Valenciana
no preocupa tanto el PSOE como la suma de la izquierda, con Compromís cada vez
más consolidado. Eso en la
Comunidad ; en el Ayuntamiento inquieta mucho UPyD, que podría
presentar a Toni Cantó.
Fabra
se queja además de que Montoro no le ayuda. Dice que le escatima dinero que
debería darle y le permitiría respirar y hacer algo de política. En esto tiene
un discurso similar al del madrileño Ignacio González: reclama un nuevo sistema
de financiación y una deuda millonaria que Hacienda tendría con la Comunidad Valenciana.
En
cualquier caso, Fabra se enfrenta ahora a un deterioro durísimo y diario con
los trabajadores de Canal 9 denunciando durante 24 horas en directo la
corrupción y la manipulación de la Generalitat. Además ,
se queda sin una gran plataforma de propaganda, señalan en el PP, y pierde una
seña de identidad del valenciano especialmente querida en el mundo rural y en
sus propios votantes.
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