Los trabajadores defienden la continuidad de Canal 9 y salen a la calle en busca de apoyos
Un informativo titulaba: “Fabra no asume responsabilidades”
Nou, el canal autonómico
valenciano conocido hasta hace poco como Canal 9 y que en breve será cerrado
por la Generalitat ,
escapó este miércoles al control político convirtiéndose en una emisora
corrosiva para el poder y especialmente para el máximo responsable de la
clausura de la televisión pública, el jefe del Gobierno valenciano, Alberto Fabra. Fue un auténtico varapalo al Ejecutivo
valenciano. Los reporteros y los cámaras salieron a la calle en busca de
testimonios de apoyo a la continuidad de la televisión pública.
Más de 1.000 personas se reunieron anoche en la céntrica plaza de la Virgen de Valencia en una
concentración de solidaridad. Se le dio protagonismo a las víctimas del metro,
llegando los periodistas de Nou a reconocer que la cobertura de la televisión del accidente de Valencia del 2006, que produjo 43 muertos, fue
“indigna” y siempre controlada por el Consell.
Algo insólito en un
canal que durante años ha cuidado hasta el mínimo detalle al partido en el
Gobierno en la
Comunidad Valenciana , el PP, según están confirmando en las
últimas horas incluso los trabajadores destinados en las áreas más sensibles.
Muchos de ellos nunca se habían pronunciado en estos términos antes del anuncio
del cierre.
Las cifras de
RTVV
RTVV, se inaguró en 1989, siendo presidente el socialista Joan Lerma, a la llegada de Zaplana al gobierno valenciano en
1995 la RTVV contaba con una plantilla de 687
trabajadores y una audiencia del 21%. El gasto de personal se elevaba a 25
millones de euros y su deuda a 22 millones de euros.
En el año 2012, la plantilla de la radio y la televisión sumaba 1.660 trabajadores. Su deuda financiera
ascendía a 1.126 millones de euros y
su audiencia se situaba por debajo del 5%,
aunque en estos años se ha multiplicado la oferta de canales.
El ERE afectaba inicialmente a 1.198 empleados. Al final, se
despidió a un millar tras dilatarse el proceso hasta el pasado mes de agosto.
El Tribunal Superior de Justicia valenciano declaró nulo el ERE en un
fallo que se dio a conocer el martes y que obliga a readmitir a los despedidos.
La Generalitat
anunció horas después el cierre al no poder asumir los 40 millones de
reincorporar a los despedidos.
Con el cierre, el Gobierno valenciano despedirá ahora a 1.660 trabajadores.
La televisión exhibió
todo el día un rótulo en el que podía leerse RTVV no es tanca (RTVV, Radio Televisión Valenciana, no
se cierra). El informativo del mediodía abrió con el titular Fabra
no asume responsabilidades. Dio toda la conferencia de prensa del presidente
de la Generalitat ,
pero insólitamente acotó algunas de sus manifestaciones.
Una de las imágenes más
repetidas de la jornada fue la de trabajadores y despedidos del ente
concentrados a las puertas del Palacio de la Generalitat gritando
“Fabra dimisión”. Las informaciones sobre la clausura subrayaron la asunción
por parte de Fabra de la bancarrota de su Administración, al trasladar que se
veía obligado a elegir entre cerrar Canal 9 y cerrar “colegios y hospitales”.
Así como el hecho de que el presidente de la Generalitat no
reconociese “ninguna responsabilidad política” ante el fracaso del expediente
de regulación de empleo para más de un millar de empleados tumbado por la
justicia —que ha sido el detonante del cierre— ni sobre la desorbitada deuda (1.300
millones) “que han acumulado los anteriores directores generales nombrados por
el PP”.
Las emisiones de Canal 9
y Radio 9 quedaron en manos del criterio de los trabajadores ante la
permisividad de la directiva, que anunció que no participará en el cierre del
ente público y dimitió ayer por la tarde.
“Hoy somos los
trabajadores los que hemos decidido hacernos los amos de la pantalla”, afirmó
por la tarde la presentadora de un programa especial sobre el cierre en el que
un trabajador llamó “al pueblo” a “alzarse” contra los responsables políticos.
Los periodistas
destacaron que la clausura tendrá que ser votada “por nueve diputados imputados
por corrupción”. Y dieron voz a representantes de la sociedad civil contrarios
al fin del canal, algunos de los cuales llevaban desde los años noventa sin
aparecer en pantalla. Un portavoz del equipo directivo dimisionario de la directora general de
RTVV, Rosa Vidal, aseguró que este no alentó ninguna programación.
El Consell mostró su indignación por la información.
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